FRASE DE BORGES: “El argentino suele carecer de conducta moral, pero no intelectual; pasar por un inmoral le importa menos que pasar por un zonzo. La deshonestidad, según se sabe, goza de la veneración general y se llama viveza criolla.”
En el ómnibus lleno de pasajeros, no faltan los ventajeros que entran sin pagar, y peor aún, al bajar sienten una satisfacción por el logro obtenido cual jugador de fútbol al terminar el partido de la final del campeonato habiendo salido campeones!
De todos los días, en el almacén que no provee de números correlativos y solo atienden por orden de llegada, no falta aquel que se mete despacito pero sin detenerse, adelantándose por lo menos a unos 3 o 4 clientes que esperaban su turno antes que el...
En las fiestas para navidad y fin de año, están esos familiares que al terminar todo se marchan sin arreglar las cuentas, no claro, no hablo de las cuentas en sentido afectivo o relacional, sino las cuentas de lo que se gastó para poder comer!
Tienen una habilidad para retirarse del recinto de reunión con un ritmo intermedio, ni lento ni rápido, con el rostro entre la seriedad y la risa como para mostrar que se marchan decididamente y sin recordar que deben cumplir con lo acordado antes de la sena...
Ni hablar del manejo en el transito, todos los días, salen de todos lados los inconscientes y ventajeros al volante! Hablo de los que conociendo las reglas de transito se adelantan para no cumplirlas, es imposible de entender como llegan a ser tan imprudentes, juegan con la vida propia, de sus familiares y de todos nosotros. No puedo enumerar las infinidades de infracciones que comenten y por consiguiente el sin numero de accidentes fatales y no fatales que ocurren todos los días.
Tanto de un lado como del otro, las coimas que circulan por las manos de cientos de personas en todo los niveles. El corrupto como el corruptor alardean de un alto nivel de viveza criolla.
Mirar para el otro lado cuando una anciana sube al ómnibus, los acomodos en los puestos de trabajo, los negocios fraudulentos, los cheques sin fondos, las serruchadas de piso, los chismes entre familiares o vecinos, la hipocresía en las relaciones, el engaño en las parejas, la ley del menor esfuerzo en las tareas diarias, dentro y fuera de la casa, la manipulación de los que tienen más poder o cargo a sus subordinados, la explotación a los empleados, la rebeldía de estos para con sus superiores, etc.
Creo que es infinita la lista de este tipo de actitudes de los seres humanos, no solo de los que vivimos en la región del río de la plata y sus alrededores, sino de todos los seres humanos de la historia.
Aunque algunos acrediten esta famosa "viveza criolla" a los habitantes del suelo Argentino y más específicamente a los porteños, yo me atrevo a decir, sin temor a exagerar que esta "viveza" viene en nosotros desde tiempos inmemoriales. Desde que el hombre a podido usar el sentido de la razón también encontró que tenía la posibilidad de dejar de utilizarla correctamente y para enaltecer la vida, para tomar así un "atajo", este "atajo" o "trampa" que hoy denominamos "viveza criolla", es en realidad la brutalidad más grande que se nos pudo ocurrir.
Atenta directamente contra la vida misma, los valores más nobles que levantan a una sociedad, va en contra de las conductas que a los seres humanos nos ennoblecen y llevan a ser la raza con más capacidad de gobernar la tierra, quita la fuerza de una nación generando así el caos en todos los ordenes imaginables. Creo que uno de los principales problemas de la sociedad Argentina hoy en día es precisamente la este, la "viveza criolla".
Si vamos un poco más hacia atrás encontramos que la "viveza criolla", no solo le pertenece a los criollos de esta parte del mundo, insisto, sino a toda la raza humana, desde que el hombre comenzó a usar la razón, no demoró mucho en utilizarla como arma de doble filo, es decir, con motivos dañinos.
Tomemos el cuadro de Adán y Eva. Narra la biblia que Dios les advirtió que no comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, que si lo hacían morirían.
Después de un tiempo de esta advertencia, en el libro de Génesis, encontramos un dialogo entre la mujer y la serpiente (símbolo de satanás) en este dialogo la serpiente tienta a la mujer a comer de ese fruto que le podía provocar la muerte diciendo que no moriría sino que si comía sería como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Desde esa en charla en adelante Eva comenzó a ver con otros ojos dicho fruto, se empezó a sentir atraída, y finalmente lo comió pensando que no moriría sino que le daría una sabiduría diferente y muy superior a la que tenía, al punto de ser como Dios.
Esta escena, es ni más ni menos, el comienzo de la "viveza criolla" en la humanidad.
Gozar de una relación maravillosa y plena con el creador, vivir en el mismísimo paraíso terrenal, tenerlo TODO... pero la "viveza", querer más aunque con una advertencia tan drástica, el querer ser como Dios... fue más fuerte y... Zas! Las consecuencias fueron fatales.
La viveza criolla no es otra cosa que pretender ser Dios. Al"avivado" no le alcanza con nada, o mejor dicho, con todo, siempre quiere más a menos precio, gobernar sin ser gobernado, sacar ventaja despreciando a los demás, tomando el lugar y los beneficios de otro, incluso de Dios.
Exacto! Es un problema de orgullo... si miramos un poco hacia adentro podemos afirmar que la "viveza criolla" es gestada en el orgullo del corazón del hombre, que proviene a su vez de la soberbia.
Afirmamos también que la soberbia se basa en la satisfacción propia de la vanidad, del yo, del ego. ¡Ahí está, la viveza criolla nace cuando el ego convertido en dios!
Tengamos en cuenta que el ego es necesario y mucho más al principio, aparece como salvador ofreciendo supervivencia al ser que apunta al alumbramiento, que atraviesa la hecatombe del parto, y las primeras experiencias frustrantes y dolorosas del nacimiento. Pero luego de hacer su trabajo eficientemente, sosteniendo al ser que viene al mundo, teniendo que menguar se niega a retroceder y tomar un segundo lugar, entonces se transforma de salvador a destructor del ser que el mismo salvó. Actúa como el cocodrilo que luego de tener la cría lagrimea mientras se la mastica.
Resumiendo, aquel que ejercita la "viveza criolla" desechó a Dios de su corazón y permitió que su ego ocupara su lugar.
Por esto, la viveza criolla es tan dañina, va directa e indirectamente de todas las formas posibles, en contra de todas las bases y principios de la vida.
Continuara...
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